Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un tapiz https://zubaircbzk214901.sharebyblog.com/38393330/el-minuto-exacto-en-que-zidane-perdió-el-control